Crítica realidad en salas de urgencia del país
El mercurio, Lunes 16 de febrero del 2009
Falta de camas e insumos, largas esperas y agresiones al escaso personal existente figuran entre los mayores problemas.
PABLO ORELLANA Y CORRESPONSALES
Es un círculo vicioso que afecta a miles de chilenos que concurren día a día a los centros de salud públicos. "El Mercurio" recorrió salas de urgencia de hospitales de todo el país para conocer los problemas que afectan al sistema.
La infraestructura no da abasto ante la alta afluencia de público, generando largas esperas a los usuarios. Luego de horas sin recibir ningún tipo de atención, la paciencia se acaba y comienzan las agresiones físicas y verbales al personal.
Técnicos, paramédicos y auxiliares no pueden agilizar de manera efectiva los tiempos de respuesta, ante la crítica escasez de insumos y profesionales, especialmente anestesistas.
A esto se suman las insuficientes camas disponibles para hospitalización. En períodos críticos se atiende a los pacientes en camillas, sillas e incluso en colchonetas dispuestas en el piso.
La situación lleva al límite la salud física y mental del personal que está en la primera línea, por lo que se genera una alta cantidad de licencias médicas en cada recinto. La capacidad de atención se ve nuevamente mermada y la situación se vuelve a instalar año tras año.
Ante la grave situación, el Ministerio de Salud determinó inyectar recursos en 83 centros de urgencia de todo el país a partir de marzo, en el marco del plan de 90 días que se autoimpuso el ministro Álvaro Erazo.
Hospital Sótero del Río
Agresiones al personal por largas esperas de los usuarios.
"No damos abasto, necesitamos más personal y más insumos". Así resume Sergia Cifuentes, dirigenta de los técnicos del Hospital Sótero del Río, la sobrecarga de usuarios que sufre el centro asistencial de la comuna de Puente Alto.
A pesar de que se han hecho ampliaciones en el centro de urgencia, el personal no ha aumentado de la misma forma.
Este recinto es un ícono de la violencia que sufren auxiliares, técnicos y paramédicos, debido a usuarios indignados por la falta de atención, provenientes de conflictivos sectores del sur de Santiago.
Las camas disponibles no dan abasto frente al millón 300 mil pacientes que debe atender el hospital. Para disminuir las esperas, se hospitaliza a la gente en camillas, sillas metálicas y hasta en colchonetas dispuestas en el suelo en los períodos más críticos.
Hospital Barros Luco
Camas en mal estado y carencia de sillas de ruedas para traslados.
El Hospital Barros Luco de la comuna de San Miguel presenta graves atochamientos y falta de camas, las que han ido disminuyendo progresivamente. Están en mal estado, tienen más de 40 años y algunas no caben en los pasillos.
No hay sillas de ruedas suficientes para el traslado de los pacientes, principalmente a los traumatizados. Entre los funcionarios hay altas tasas de depresión, debido a las agresiones que sufren.
Hospital de Antofagasta
Colapso del sistema de cañerías, red eléctrica y escasez de especialistas.
Construido hace 50 años, el Hospital Regional de Antofagasta presenta deficiencias estructurales en su unidad de emergencias. La red eléctrica está colapsada, afectando gravemente el funcionamiento del instrumental médico.
Según el presidente de la Fenats local, Hugo González, el bajo voltaje impide el funcionamiento de parte del equipamiento médico, como el destinado a suministrar oxígeno. "Algunas veces hay que trasladar a los pacientes menos graves para dar paso a los más críticos, porque los equipos funcionan al 40% de su capacidad", dijo.
En el centro asistencial nortino hay una importante falta de especialistas como traumatólogos y neurocirujanos, además de técnicos paramédicos, que se han ido al sistema privado en búsqueda de mejores condiciones laborales y mayores remuneraciones.
Hospital de Talca
Falta infraestructura ante la gran cantidad de usuarios.
"El Hospital de Talca debiera triplicar su infraestructura para adecuarse a la cantidad de público", dice Gumercindo Oróstica, dirigente de los trabajadores del recinto agrupados en la Fenats.
Las salas de espera se hacen pequeñas para los más de 400 pacientes que se atienden en servicio de urgencia y los baños están en pésimas condiciones higiénicas.
Se dispone de camillas en los pasillos para las atenciones.
Hospital San Juan de Dios
Accesos deficientes y carencia de pabellones de operación.
Este servicio de urgencia fue trasladado a un edificio nuevo en 2004, pero quedó ubicado en un semisubterráneo que tiene complicados accesos a desnivel para los usuarios. El lugar posee mala ventilación y en los box de atención no hay separación de género.
No cuentan con pabellones de operación, por lo que los pacientes deben ser trasladados 150 metros al edificio antiguo del hospital, a través de dos ascensores.
Hospital de Rancagua
Hay escasez de personal y se necesita un nuevo pabellón.
Una completa remodelación por $120 millones está en curso en el Hospital Regional de Rancagua, pero aun así hay mucha carencia de personal y se requiere construir un pabellón nuevo para las especialidades de traumatología y neurocirugía.
Según el dirigente de la Fenats local, Jorge Faúndez, "se agradecen las obras, pero sin el personal necesario no daremos abasto para absorber la demanda de usuarios".
PABLO ORELLANA Y CORRESPONSALES
Es un círculo vicioso que afecta a miles de chilenos que concurren día a día a los centros de salud públicos. "El Mercurio" recorrió salas de urgencia de hospitales de todo el país para conocer los problemas que afectan al sistema.
La infraestructura no da abasto ante la alta afluencia de público, generando largas esperas a los usuarios. Luego de horas sin recibir ningún tipo de atención, la paciencia se acaba y comienzan las agresiones físicas y verbales al personal.
Técnicos, paramédicos y auxiliares no pueden agilizar de manera efectiva los tiempos de respuesta, ante la crítica escasez de insumos y profesionales, especialmente anestesistas.
A esto se suman las insuficientes camas disponibles para hospitalización. En períodos críticos se atiende a los pacientes en camillas, sillas e incluso en colchonetas dispuestas en el piso.
La situación lleva al límite la salud física y mental del personal que está en la primera línea, por lo que se genera una alta cantidad de licencias médicas en cada recinto. La capacidad de atención se ve nuevamente mermada y la situación se vuelve a instalar año tras año.
Ante la grave situación, el Ministerio de Salud determinó inyectar recursos en 83 centros de urgencia de todo el país a partir de marzo, en el marco del plan de 90 días que se autoimpuso el ministro Álvaro Erazo.
Hospital Sótero del Río
Agresiones al personal por largas esperas de los usuarios.
"No damos abasto, necesitamos más personal y más insumos". Así resume Sergia Cifuentes, dirigenta de los técnicos del Hospital Sótero del Río, la sobrecarga de usuarios que sufre el centro asistencial de la comuna de Puente Alto.
A pesar de que se han hecho ampliaciones en el centro de urgencia, el personal no ha aumentado de la misma forma.
Este recinto es un ícono de la violencia que sufren auxiliares, técnicos y paramédicos, debido a usuarios indignados por la falta de atención, provenientes de conflictivos sectores del sur de Santiago.
Las camas disponibles no dan abasto frente al millón 300 mil pacientes que debe atender el hospital. Para disminuir las esperas, se hospitaliza a la gente en camillas, sillas metálicas y hasta en colchonetas dispuestas en el suelo en los períodos más críticos.
Hospital Barros Luco
Camas en mal estado y carencia de sillas de ruedas para traslados.
El Hospital Barros Luco de la comuna de San Miguel presenta graves atochamientos y falta de camas, las que han ido disminuyendo progresivamente. Están en mal estado, tienen más de 40 años y algunas no caben en los pasillos.
No hay sillas de ruedas suficientes para el traslado de los pacientes, principalmente a los traumatizados. Entre los funcionarios hay altas tasas de depresión, debido a las agresiones que sufren.
Hospital de Antofagasta
Colapso del sistema de cañerías, red eléctrica y escasez de especialistas.
Construido hace 50 años, el Hospital Regional de Antofagasta presenta deficiencias estructurales en su unidad de emergencias. La red eléctrica está colapsada, afectando gravemente el funcionamiento del instrumental médico.
Según el presidente de la Fenats local, Hugo González, el bajo voltaje impide el funcionamiento de parte del equipamiento médico, como el destinado a suministrar oxígeno. "Algunas veces hay que trasladar a los pacientes menos graves para dar paso a los más críticos, porque los equipos funcionan al 40% de su capacidad", dijo.
En el centro asistencial nortino hay una importante falta de especialistas como traumatólogos y neurocirujanos, además de técnicos paramédicos, que se han ido al sistema privado en búsqueda de mejores condiciones laborales y mayores remuneraciones.
Hospital de Talca
Falta infraestructura ante la gran cantidad de usuarios.
"El Hospital de Talca debiera triplicar su infraestructura para adecuarse a la cantidad de público", dice Gumercindo Oróstica, dirigente de los trabajadores del recinto agrupados en la Fenats.
Las salas de espera se hacen pequeñas para los más de 400 pacientes que se atienden en servicio de urgencia y los baños están en pésimas condiciones higiénicas.
Se dispone de camillas en los pasillos para las atenciones.
Hospital San Juan de Dios
Accesos deficientes y carencia de pabellones de operación.
Este servicio de urgencia fue trasladado a un edificio nuevo en 2004, pero quedó ubicado en un semisubterráneo que tiene complicados accesos a desnivel para los usuarios. El lugar posee mala ventilación y en los box de atención no hay separación de género.
No cuentan con pabellones de operación, por lo que los pacientes deben ser trasladados 150 metros al edificio antiguo del hospital, a través de dos ascensores.
Hospital de Rancagua
Hay escasez de personal y se necesita un nuevo pabellón.
Una completa remodelación por $120 millones está en curso en el Hospital Regional de Rancagua, pero aun así hay mucha carencia de personal y se requiere construir un pabellón nuevo para las especialidades de traumatología y neurocirugía.
Según el dirigente de la Fenats local, Jorge Faúndez, "se agradecen las obras, pero sin el personal necesario no daremos abasto para absorber la demanda de usuarios".
----------------------------------------------------------------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario