Siguiendo el camino de los determinantes sociales, encontré una investigación interesante publicada en la última edición de la revista médica de Chile. Interesante por dos cosas: primero porque entrega información sobre la salud en campamentos, un área poco explorada en Chile, y segundo porque participa una amiga conocida a través de la Asociación de Estudiantes de Medicina de Chile (ASEMECH).
El artículo se llama "Acceso a redes sociales y de salud de población en extrema pobreza", utiliza metodología cuantitativa y cualitativa e investiga las dificultades de acceso y oportunidad en salud entre habitantes de campamentos. Un grupo particularmente vulnerable debido a su acumulación de riesgos (exclusión social, pobreza, escaso nivel educacional, violencia, hacinamiento, mala calidad de la vivienda, problemas de salud ambiental, etc).
De los resultados destaca que más del 80% de los encuestados son mujeres, que la mayoría ha vivido más de 10 años en esta condición y que el analfabetismo es cercano al 10%. Alrededor de un 60% se encuentran insatisfechos con su acceso a los servicios de salud, un 34% no tiene previsión de salud, un 31% no está inscrito en un consultorio de atención primaria(¿Ley de cuidados inversos?). De los hogares con niños menores de 6 años, un 22% no tiene sus vacunas al día. De aquellas familias con niños entre 6 a 15 años, un 26% de ellos no asistía a clases regularmente. Como era de esperar se priorizó el trabajo sobre la salud (¿Maslow?) y se declaró una mala calidad de atención.
En el fondo la investigación revela que existe una gran distancia entre los pobladores de campamentos y el resto de la sociedad, incluso cuando nos referimos a un servicio básico como es el acceso a la salud. Tal como dicen los autores "... se mostró una tendencia a la exclusión, dado en particular por el hecho de ser allegados, vivir en campamentos, no tener recursos económicos y sentir que su carencia limita la incorporación a redes sociales de protección".
La extrema pobreza termina transformándose en un círculo vicioso difícil de romper... ¿o no?
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