"Hay muchos ejemplos de una tal concentración en las instituciones, con una poderosa defensa de las visiones institucionales alternativas de una sociedad justa, que van desde la panacea de los mercados libres milagrosos al paraíso de los medios de producción socializados y a la planificación central mágica. Pero abundan las pruebas de que ninguna de estas grandes fórmulas institucionales produce lo que sus visionarios abogados esperan, y que su éxito real en la generación de buenas realizaciones sociales depende por entero de varias circunstancias sociales, económicas, políticas y culturales. El fundamentalismo institucional no sólo trata con desdén la complejidad de las sociedades. Con frecuencia, la autosatisfacción que suele acompañar a la supuesta sabiduría institucional evita incluso el examen crítico de las consecuencias reales de las instituciones recomendadas" (p. 113)"He sostenido que hay un sólido argumento en favor de reemplazar el institucionalismo trascendental - que subyace la mayor parte de los enfoques dominantes sobre la justicia en la filosofía política contemporánea, incluida la teoría de la justicia como equidad de John Rawls - para centrarse más bien, en primer lugar, en las evaluaciones de las realizaciones sociales, es decir, en lo que realmente sucede (en lugar de quedarse tan sólo en la evaluación de las instituciones y los acuerdos); y en segundo lugar, en las cuestiones comparativas relacionadas con el fomento de la justicia (en lugar de tratar de identificar esquemas perfectamente justos)." (p. 443)
martes, 2 de agosto de 2011
La idea de la justicia - Amartya Sen
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