miércoles, 7 de octubre de 2009

Medicina y complejidad 2 (la importancia de las redes sociales)


En el post anterior revisamos que eran los sistemas complejos y sus características fundamentales.
Los sistemas complejos están constituidos de múltiples partes, las cuales interactúan entre sí y con el entorno por una multiplicidad de canales (holismo), algunas de ellas tienden a autoorganizarse en forma espontánea (emergencia), y de manera dificílmente predecible (no linealidad).
Ahora vamos a utilizar este nuevo paradigma para descubrir la importancia de las redes sociales y sus interacciones.

Sobre Framingham

En 1948 en la ciudad de Framingham en Estados Unidos se comenzó un ambicioso estudio cuyo objetivo era identificar los principales factores de riesgo cardiovascular. Al principio los investigadores reclutaron alrededor de 5.200 participantes quienes cada dos año se realizaron un chequeo de salud. El éxito fue tal que en 1971 se reclutó una segunda generación de participantes que incluía las parejas e hijos de quienes iniciaron el estudio. Actualmente ya van en la tercera generación de participantes que incluyen los nietos del cohorte original. Como vemos el estudio es GRANDE. De hecho gracias a su magnitud se ha podido obtener información valiosa sobre el impacto del tabaco, las dislipidemias, la hipertensión arterial y la obesidad en la progresión de la ateroesclerosis.

Hacia un Framingham más complejo

El año 2003 se integraron a este estudio dos investigadores: Nicolas Christakis, internista y cientista social de la Universidad de Harvard, y James Fowler, cientista político de la Universidad de California. El objetivo de su participación no era el riesgo cardiovascular, sino otro, investigar la importancia de las interacciones sociales en la salud. Es así como fueron elaborando un registro de las amistades y relaciones amorosas entre los participantes del estudio Framingham para posteriormente dilucidar como las relaciones influían en condiciones como la obesidad, el tabaquismo, el ejercicio y la felicidad.

La epidemia de la obesidad

En 1948 menos del 10% de la población estudiada era obesa, en 1985 cerca del 18% lo era y actualmente casi el 40% lo es. ¿Existió alguna relación entre la progresión de la obesidad y las redes sociales?. Absolutamente, en el estudio publicado en Julio del 2008 en el New England Journal of Medicina, Christakis y Fowler, demostraron que la obesidad en Framingham se fue transmitiendo en el tiempo a través de los vínculos, llegando a formar verdaderos clusters (núcleos) de personas obesas.
1975

1990
2000
En estas imágenes se puede observar la progresión de la obesidad en el tiempo. Las esferas amarillas representan las personas obesas y las esferas verdes las personas no obesas, cada individuo se une a otro a través de sus vínculos (amistad, relaciones amorosas, paternofiliales, etc). A medida que va pasando el tiempo se comienza a observar un aumento generalizado de la obesidad, siendo ésta mayor en la periferia. De la misma manera es posible observar la conformación de verdaderos "racimos" de personas obesas. Para mayor claridad ver el siguiente video.

La felicidad también es contagiosa

La felicidad es un componente esencial de la de salud de la población y múltiples factores tanto voluntarios como involuntarios pueden afectarla. Algunas investigaciones han corroborado algo que la vida diaria nos enseña, los estados emocionales son contagiosos. Christakis y Fowler quisieron investigar el impacto de las redes sociales en la felicidad y aplicaron la misma metodología anterior. Los resultados fueron muy interesantes.

Algo que llamó de inmediato la atención es que a mayor número de vínculos con personas felices, mayor es la probabilidad de estarlo nosotros. Los vínculos que nos pueden hacer más felices llegan hasta los tres grados de separación, es decir los amigos de los amigos de los amigos. Interesante, ¿no?
También descubrieron que la distancia geográfica influye en el "contagio" de la felicidad, probablemente esto deriva de que mientras más cerca de nuestros vínculos estamos, más interacciones con ellos tenemos. Otro hallazgo muy significativo fue que la propagación de la infelicidad es mucho menor, de hecho tener un amigo infeliz no siempre va a influir en nuestro estado de felicidad.

Las esferas azules representan las personas que se sienten infelices, las de color amarillo quienes están felices y las de color verde aquellas que están en un estado intermedio. En la imagen se pueden observar que se conforman núcleos de personas felices e infelices, concentrándose estas últimas en la periferia.

¿Y cuál es la utilidad de todo esto?

Tal como dicen los autores estas investigaciones son un tremendo aporte, ya que demuestran el impacto que tienen las redes sociales sobre la salud de la población. Si la obesidad, la felicidad, el tabaquismo y el ejercicio son "contagiosos" debemos pensar que cada vez que logramos como médicos un impacto sobre estas condiciones en un paciente, estamos actuando también sobre sus vínculos más cercanos.

¿Y cuál puede ser el problema?

Si miramos el vaso medio vacío, podemos llegar a pensar que el entorno nos define y terminar perdiendo nuestra libertad (determinismo social). Creer esto es un error, ya que el estudio demuestra sólo nuestra probabilidad de sufrir ciertas condiciones. Siempre seremos nosotros quienes finalmente tendremos la última palabra.



Para finalizar una reveladora presentación de Martin Seligman, el padre de la psicología positiva. Un poco larga, pero extremadamente interesante.

Bibliografía:

1 comentario:

raquel dijo...

¡Qué interesante! Voy a añadir estos post como enlaces "para aprender más"
Muchas gracias por el enlace.
Un saludo.
Raquel.