jueves, 14 de mayo de 2009

Humor nosocomial


Era un día complicado para el jefe de urgencias, dos de sus mejores doctores se habían enfermado y no podían ir a trabajar. Si ya no daban abasto con la gran cantidad de pacientes que atendían cada día, ahora colapsarían. El jefe, desesperado, clamó al cielo pidiendo una solución. En ese mismo momento, milagrosamente, cayó una luz sobre él y apareció Dios.

Tranquilo - le dijo Dios en tono celestial - Deja que cubra tu lugar hoy, ve a tu casa a descansar. El doctor, creyente fervoroso, se retiró sorprendido a su hogar.

A los pocos instantes se escuchó el sonido de una ambulancia. Era un paciente atropellado que se encontraba en riesgo vital. Dios quien ya sabía como funcionaba todo en ese hospital porque lo había visto desde el cielo se dispuso a recibir al herido. Se ubica en la entrada y cuando llega el enfermo, de inmediato, posa sus manos sobre él y lo sana completamente.

Ya recuperado el atropellado sale del hospital y se encuentra con su familia que se había enterado del accidente. Se abrazan efusivamente y le preguntan:
- ¿Cómo salió todo? ¿Cómo te atendieron?
A lo que el paciente responde - Mal po', no me sacaron ni una radiografía. XD


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