domingo, 28 de agosto de 2011

Pensamiento crítico como disolución de la doxa


Pregunta: ¿Qué es para usted el pensamiento crítico?

Loïc Wacquant: Se pueden atribuir dos acepciones al término "crítica". En primer lugar, una acepción que podría denominarse "kantiana", que designa, en la línea del pensamiento del filósofo Königsberg, el examen evaluativo de las categorías y formas de conocimiento con el fin de determinar su validez y su valor cognitivos; en segundo lugar, una acepción marxiana, que se dirige con las armas de la razón hacia la realidad sociohistórica para sacar a la luz las formas ocultas de dominación y explotación existentes, con el fin de hacer aparecer, en negativo, las alternativas que esas formas obstruyen y excluyen (Max Horkheimer definía como "teoría crítica" aquella teoría que es a la vez explicativa, normativa, práctica y reflexiva). A mi juicio el pensamiento crítico más fructífero es el que se sitúa en la confluencia de estas dos tradiciones y que, por tanto, une la crítica epistemológica y la crítica social, y cuestiona de forma constante, activa y radical las formas establecidas de pensamiento y las formas establecidas de vida colectiva, el "sentido común" o la doxa (incluida la doxa de la tradición crítica) y las relaciones sociales y políticas tal como se establecen en un determinado momento en una sociedad dada.

Puede y debe existir una sinergia entre estas dos formas críticas, de tal modo que el cuestionamiento de la crítica intelectual, la historia de los conceptos, el examen lógico de los términos, las tesis y las problemáticas, la genealogía social de los discursos, la arqueología de los presupuestos culturales (todo aquello que el primer Foucault denominada "episteme") nutran y acrecienten la fuerza de la crítica institucional. El conocimiento de los determinantes sociales del pensamiento es indispensable para liberarlo, en la medida de lo posible, de los determinismos que pesan sobre él (al igual que sobre cualquier otra práctica social) y, por tanto, para hacerlo capaz de proyectarnos mentalmente más allá del mundo tal como nos ha sido dado, para poder inventar otro futuros distintos de que está inscripto en el orden de cosas dado. Para decirlo brevemente, el pensamiento crítico es aquel que nos proporciona, a la vez, medios para pensar el mundo tal como es, y tal como podría ser.

Pensamiento crítico como disolución de la doxa
Loïc Wacquant, 2010

sábado, 27 de agosto de 2011

La puerta giratoria



"Oponerse a la penalización de la precariedad requiere efectuar una triple batalla. Primero, en el nivel de las palabras y los discursos, es necesario someter la importación de seudoteorías elaboradas por comités de expertos en políticas públicas estadounidenses a un control aduanero que posea la forma de una crítica lógica y empírica rigurosa, y frenar los desplazamientos semánticos que llevan, por un lado, a comprimir el espacio del debate (al limitar, por ejemplo, la noción de inseguridad a la inseguridad física, con lo que se excluye la inseguridad social y económica) y, por otro, a hacer común el tratamiento policial y judicial de las tensiones relacionadas con el aumento de las desigualdades sociales (gracias al empleo de nociones confusas e incoherentes como la de violencia urbana). En el campo de las políticas, y después en el de las prácticas judiciales, es necesario oponerse a la multiplicación de los dispositivos que tienden a "ampliar" la red penal y proponer, cada vez que sea posible, una alternativa social, sanitaria o educativa que muestre cómo estas últimas tratan el problema desde su raíz, cuando la vigilancia policial y el encarcelamiento a menudo no hacen más que agravar y acrecentar los problemas que se supone van a resolver. Se sabe que el encarcelamiento, además de afectar sobre todo a las capas sociales más desprovistas (desempleados, indigentes, extranjeros), es de por sí una formidable maquinaria para pauperizar. Es útil, de paso, no olvidar las condiciones los efectos deletéreos de la detención hoy en día, no sólo en los reos, sino también en sus familias y barrios".
La penalización de la pobreza y el surgimiento del neoliberalismo.
Loïc Wacquant (2010).

martes, 16 de agosto de 2011

Repensar la justicia social - Francois Dubet



"En contra de una creencia que hoy parece bien ingenua, no basta con disminuir los obstáculos económicos de la escolaridad para atenuar los efectos de las desigualdades sociales sobre los rendimientos y carreras escolares de los alumnos. La cultura, las ambiciones, las competencias de las familias crean tantas desigualdades ante la escuela como los ingresos"

Repensar la justicia social. Contra el mito de la igualdad de oportunidades.
(Dubet, F., 2010)
Entrevista al autor en Sociología Contemporánea.

lunes, 8 de agosto de 2011

Violeta se fue a los cielos



Defina a Violeta Parra
- Cantora clandestina
no la dejan cantar en su propio país
- Por algo será...
- Porque suele decir algunas verdades

Nicanor Parra

martes, 2 de agosto de 2011

La idea de la justicia - Amartya Sen


"Hay muchos ejemplos de una tal concentración en las instituciones, con una poderosa defensa de las visiones institucionales alternativas de una sociedad justa, que van desde la panacea de los mercados libres milagrosos al paraíso de los medios de producción socializados y a la planificación central mágica. Pero abundan las pruebas de que ninguna de estas grandes fórmulas institucionales produce lo que sus visionarios abogados esperan, y que su éxito real en la generación de buenas realizaciones sociales depende por entero de varias circunstancias sociales, económicas, políticas y culturales. El fundamentalismo institucional no sólo trata con desdén la complejidad de las sociedades. Con frecuencia, la autosatisfacción que suele acompañar a la supuesta sabiduría institucional evita incluso el examen crítico de las consecuencias reales de las instituciones recomendadas" (p. 113)

"He sostenido que hay un sólido argumento en favor de reemplazar el institucionalismo trascendental - que subyace la mayor parte de los enfoques dominantes sobre la justicia en la filosofía política contemporánea, incluida la teoría de la justicia como equidad de John Rawls - para centrarse más bien, en primer lugar, en las evaluaciones de las realizaciones sociales, es decir, en lo que realmente sucede (en lugar de quedarse tan sólo en la evaluación de las instituciones y los acuerdos); y en segundo lugar, en las cuestiones comparativas relacionadas con el fomento de la justicia (en lugar de tratar de identificar esquemas perfectamente justos)." (p. 443)