jueves, 27 de agosto de 2009

El diablo está en el tercer año o cuando perdemos la inocencia


En esta edición de la revista Academic Medicine se publicó un artículo llamado "El diablo está en el tercer año: un estudio longitudinal sobre la erosión de la empatía en la escuela de medicina". El objetivo de la investigación, tal como lo menciona el título, era investigar como se comportaba la empatía en una cohorte de estudiantes de medicina a medida que estos avanzaban en su carrera.

La empatía, es un concepto difícil de definir, pero en el contexto de la formación médica diremos que es un atributo predominantemente cognitivo que involucra el entedimiento de las experiencias, inquietudes y perspectivas del paciente y la habilidad para poder comunicárselo. La simpatía, por el contrario, es un atributo predominantemente afectivo en que se producen intensos sentimientos en relación al dolor y sufrimiento del paciente. Si bien en la práctica ambos conceptos llevan a desarrollar conductas prosociales (ayudar al enfermo), la simpatía en exceso puede afectar negativamente la relación médico-paciente. Otro aspecto importante de esta distinción es que la empatía, al ser cognitiva, puede ser reforzada a través del aprendizaje.

Hasta ahora, algunos estudios sugerían una transformación drástica de la empatía durante la formación médica, pasando del entusiasmo e idealismo de los primeros años a un cinismo grupal progresivo. Quienes han estudiado este fenómeno lo han llamado "de-idealización traumática" o deshumanización.

Durante el año 2002 al 2004 se aplicó la escala de empatía de Jefferson a estudiantes que ingresaron a una escuela de medicina en EEUU y se repitió este proceso hasta que egresaron. Los resultados fueron bastante interesantes. Evidentemente se observó que las mujeres puntuaban mejor que los hombres y que quienes estaban motivados en continuar una especialidad orientada a las personas (medicina familiar, pediatría, medicina interna, psiquiatría, gineco-obstetricia) les iba mejor que los que preferían la tecnología (anestesiología, patología, cirugía, radiología). Lo más revelador del estudio fue que sin importar el sexo, etnia ni elecciones de especialidad a futuro, se producía una abrupta caída después del tercer año.

Qué es lo que pasa en tercer año que lleva a tal disminución de la empatía. Los investigadores plantean que esta erosión puede ser atribuída a múltiples factores. A nivel académico destacan la falta de modelos de rol, la gran cantidad de materia por aprender en poco tiempo, ambientes formativos intimidantes, experiencias educativas negativas, deprivación parcial de sueño, el miedo al error, etc. Existen también factores ambientales que influirían tales como la práctica de una medicina clínica orientada hacia lo científico, una excesiva importancia de la tecnología en el diagnóstico, la existencia de pacientes excesivamente demandantes y litigiosos, la burocracia, etc.

Al parecer la escuela de medicina es terreno adverso para la empatía. A pesar de todo los autores son optimistas y plantean que con ciertas mejoras se puede fortalecer la empatía. Esperemos que así sea.
  1. The devil is in the third year: A longitudinal Study of erosion of emphaty in medical school
  2. Commentary: The practice of empathy
  3. Commentary: Identifying attitudes towards empathy: An essential feature of professionalism.